Cuando contemplo mi presente estad… y aquello que tenía y lo que hacía… llamo al buen tiempo de vivir, pas… pues todo lo de ahora es cobardía. Pero a veces no sé qué cosa hermos…

Hijo blanco y moreno de las mieses… pan nutridor, mi sangre te incorpo… Serás quizás al cabo de los meses la viva luz que mis pupilas dora, o en el cerebro el nervio de la od…

Hermosa es la sidérea compañía de siete estrellas en la oscura fr… del universo... Pero está vacía la sombra que la octava hermana au… ¿Qué ignoto espacio su fulgor rocí…

Tornasolando el flanco a su sinuos… paso va el tigre suave como un ver… y la ferocidad pule cual terso topacio el ojo seco y vigoroso. Y despereza el músculo alevoso

Será una tarde gris y suave como todas las otras tardes que se ven, con su poco de sombra, con su asom… de tristeza... ¿por quién? Y nada bello habrá de nuevo, nada:

Nunca como esta noche de verano de gran silencio melodiosa y pura he sentido la lánguida dulzura, la irrealidad, de mi pasión que en… confieso al alma de la noche oscur…

Quien tenga algún secreto engaño p… la compasión de la escondida vida, quien ame de apacible amor la impl… y un austero retiro rememore que a la fidelidad que no perece

Si puesto a amar, indiferente y fr… desdeño el convivial lugar y cesa de sonreír la gracia de la mesa que es regocijo de hombre sano, an… olvidar este frívolo desvío;

¿Oíste alguna vez, desfalleciente en la oración, un canto de pastore… cuya alegría entristeció tu frente por recordar amores? ¿Volviste alguna vez por donde, ni…

Como es de amantes necesaria usanz… huir la compañía y el ruïdo, vagaba en sitio solo y escondido como en floresta umbría un ciervo… Y a fe, que aunque cansado de espe…

Cantaba: “Salud, día del verano diáfano, salud mies erguida y río lleno de cisnes, y salud, hermano cuyo labio es corola con rocío; álamo ceniciento en el camino,

Justo es tal vez que sufra ese des… de no desear, pues puse el alma ar… en alto sitio y tan inútilmente que no espero ni en caso peregrino… Si el corazón no tiene compañía

Manos arbitradoras de destino, que ahora entrelacé sobre mi pecho como es de arrepentidos el derecho… sobre vosotras la mirada inclino. Nunca os había visto, manos mías,

La inspiración del silencioso guía que anima soledad con su presencia y es en la ausencia firme compañía… si no me da consuelo, me da cienci… Dócil alumno en la amorosa vía

II Odio era: no es. Que ya no existe esta otra fiebre de la carne viva. A tanto que me muere no resiste este otro orgullo de violencia alt…