Cuerpo, que vas hollando las viole… de las cosas humildes y secretas y sintiendo con una despedida el perfume del árbol de la vida, sereno vas con la ambición quebrad…

Todo esto es bueno y tiene misteri… gracia. Y alrededor todo es dulzur… y rebosa alegría cual rebosa la penumbrosa pérgola frescura. Como es su deber mágico dan flores

Contempla, vida, el daño que me ha… como mirara el viento, —si pupilas brillaran en sus alas intranquilas… la terraza de flores que ha deshec… ¿Acaso piensas que es hazaña noble

En la fosca y solemne cumbre crece el leucerón; la nieve es su susten… y en el hospitalario valle el vien… las campanitas del muguete mece. La flor que en el radioso encumbra…

Si puesto a amar, indiferente y fr… desdeño el convivial lugar y cesa de sonreír la gracia de la mesa que es regocijo de hombre sano, an… olvidar este frívolo desvío;

Entro a mi casa fatigado bajo la ley del diario y mísero trabajo que seca la espontánea flor del po… de ensueño... ¡Y siempre así!...… a lo más puro y libre de mi ser,

Sé de una fuente mansa y silencios… que sobre antiguo mármol se derram… lenta y constante. El agua que reb… jamás refleja un rostro ni una ram… Vierta la noche azul la luna en el…

La he buscado a mi lado, la he bus… como se busca a la felicidad. Acá y allí, más lejos y a mi lado.… Ojos, ¿de qué me sirven? ¡Ya no e… ¡Quién pudiera ser joven otra vez!

Tornasolando el flanco a su sinuos… paso va el tigre suave como un ver… y la ferocidad pule cual terso topacio el ojo seco y vigoroso. Y despereza el músculo alevoso

Hay quien pide razón porque no lle… el diapasón del general clamor, y porque no resumo en verso nuevo no mi vario dolor, sino el Dolor. Siento como a torrente la concienc…

II Odio era: no es. Que ya no existe esta otra fiebre de la carne viva. A tanto que me muere no resiste este otro orgullo de violencia alt…

Cuando en la noche azul me quedo s… miro a mi lado para ver si estás..… La noche es dulce y triste y yo es… la noche es silenciosa y nada más. Entonces creo natural, ¡y tanto!

La misteriosa y móvil mar conmueve su torso de ira, relumbrante red, y rebramando el fondo sordo, al le… rístino, ingenuo azul del cielo ve… Como imbricado de guirnalda breve

La estival sinfonista en la alamed… muerde al pálido fresno y donde mu… una incipiente yema el árbol pierd… y en su lugar lágrima de ámbar que… el leve y devorante fuego deja

¿Dónde está aquella audacia blanca… que imperativa, enérgica y audaz tiraba un guante al rostro de la M… y este nombre tenía: ¡Siempre Más… La que de pie, la mano en la cader…