Caballo imaginando a Dios
“A pesar de lo que digan, la idea de un cielo habitado por Caballos y presidido por un Dios con figura equina repugna al buen gusto y a la lógica más elemental, razonaba los otros días el caballo.
Todo el mundo sabe –continuaba en su razonamiento– que si los Caballos fuéramos capaces de imaginar a Dios lo imaginaríamos en forma de Jinete.”