Es difícil encontrar que escribir
cuando se lucha por querer vivir,
se pasa la vida en un instante
pero un día tiene gran espera por delante
vegetando, viendo la marea de ida
trayendo plástico y basura a la vida,
ausente, andando a tumbos
sin decidir entre mil rumbos,
esperando el cambio de viento
aguardando que traiga un encuentro .
El sin sabor es abrumador, contagiosos, hostil
aun en la mayor calma, no se puede estar tranquilo:
dejarse llevar parece no tener ningún trabajo
pero la carga que no se mueve, pesa,
se acumula si no tiene destino.
Todo deja en la penumbra
las alegrías se hacen esporádicas,
recuerdos demasiado tenues para ser notados
demasiado escondidos para ser encontrados.
Entonces, cuando no se siente nada,
amor, desamor, esperanza,
cuando solo se siente vacío
la única inspiración es la melancolía:
haber creído ser dueño de su destino.