La Habana, 1993
#EscritoresCubanos
Los pájaros de la frazada picotean… Encima de las piernas es su prado. Por sus gargantas trina la marmita… Una hilacha de humo atraviesa el e… y la marca de agua que han dejado…
Deben estar secando sus cabellos a… las putas de antes que continúen v… Alrededor del cuello una toalla hú… algunos pétalos en el cubo de agua… sus cabezas de reina vencida miran…
En diciembre, viendo volar los fue… pienso en el tiempo. Un año no comienza en esta noche hecha para que algunos se abracen… sino en la calma mañana de mi cump…
Antes de que comiencen a florecer… y el deseo de preñar se transparen… concedan cuatro libras de nieve a… Que cada boca suya rumie del invie… Antes de que se junten el caballo…
Te gritaron también como le gritan al que toma unas piedras de la cal… y te echaron en cara delgadez, poca fuerza en unos ejercicios que los demás s…
Otra vez a intentarlo porque hicim… (o nos hicieron) la promesa mayor. De algún lugar salió la idea de que vendrían iluminaciones,
Lo contenido pugnó, pugnó toda la… pegó con su cabeza tercamente hasta cuartear el vidrio. Metió sus muslos en muslos de otro… abrazó la cascada.
...Y en cuanto a mí, no hay de qué… el jugo de un hollejo a medio mast… como un río muy lento. Circula por arrugas, bordea los cañones,
Entonces tú y yo que nos queremos, que no comemos ciertas cosas sin que el otro aparezca, sin que nos acordemos de una tarde en un paisaje montañoso
Idioma alrededor, lo que dicen, perdido. Y perdido el afán de leer en las c… no queda conocido
Una muñeca de amarillo y unas flor… poco trabajo te dará conseguirlas. Y no hay que desvelarse (cuando tratas con dioses tan anti… por la fe que le pongas.
Largo rato hemos estado en la vent… A la ventana en que clarea el puer… nombre de cristiandad y de molusco… mi madre y yo asomados. Hubiese visto quien entrase
Madrugadas en vilo de mil novecien… donde acalladas mis vísceras remot… tomóme la memoria de lo muerto, memoria de familia vertical crecie… ¿Adónde iba mi infancia,
Nuestra suerte pendía de la alianz… ahítos de canciones italianas. Seguíamos sus asuntos, igual que ahora miramos el sol en esos plátanos.
Llevaban una tienda y descreían de todo lo vendible. La forma de los huevos les parecía superflua. Para sus hijos habían descubierto