#Españoles
Cuando yo tenía catorce años me hacían trabajar hasta muy tarde… Cuando llegaba a casa, me cogía la cabeza mi madre entre… Yo era un muchacho que amaba el so…
Tú en la tristeza de los urinarios… (amor, amor en las iglesias húmeda… ah, sollozabas en las barberías (e… estaban dentro de tus ojos): así es el llanto.
Mi manera de amarte es sencilla: te aprieto a mí como si hubiera un poco de justici… y yo te la pudiese dar con el cuer… Cuando revuelvo tus cabellos
Retrocede, combate hacia atrás, corazón mío. Cíñete al amor, queda activo en cuerpos, en materiales amantes.
Yo invoco la cabeza más sagrada que exista debajo de la nieve. Mi corazón azul canta purificado por el silencio.
Caer en un rostro, existir con su respiración y con su boca..… Cuando tú estabas en peligro; tú gritaste, mas fue en la garganta de otro ser humano;
Ví lavandas sumergidas en un cuenco de llanto y la visión ardió en mí. Más allá de la lluvia ví serpientes enfermas –bellas en sus úlceras transparentes–, frutos amenazados por espinas...
El óxido se posó en mi boca como e… El olvido entró en mi lengua y no… y no acepté otro valor que la impo… Como un barco calcificado en un pa… escuché la rendición de mis huesos…
1. Tengo frío junto a los manantia… mi corazón. Hay yerba negra en las laderas y a… pero, ¿qué hago yo delante del abi… Bajo las águilas silenciosas, la i…
El vigilante de la nieve: 1. El vigilante fue herido por su… Describió con sus manos la forma d… cabellos que ya no amaba. Todas las causas se aniquilaban en…
Yo no entro en ti para que tú te p… bajo la fuerza de mi amor; yo no entro en ti para perderme en tu existencia ni en la mía; yo te amo y actúo en tu corazón
Conozco un pueblo?no lo olvidaré? que tiene un cementerio demasiado… Hay en mi tierra un pueblo sin ven… porque el cementerio es demasiado… Sólo hay cuarenta almas en el pueb…
Propongo mi cabeza atormentada por la sed y la tumba. Yo quería despedir un sonido de alegría; quizá sueno a materia desollada. Me justifico en el dolor. No hay…
1. Tu cabello en sus manos; arde e… de la nieve. Son las cebadas, la siesta de las… pasado. Abre tus ojos para que yo vea las…
A la penumbra auricular no viene n… amanecer. Muge el silencio en las… membranas. Silban los pájaros y tu… Tú no estás ya en tus oídos. * * *