#EscritoresEspañoles
Mi cinturón aprieta tu cintura, Y tu sonrisa, mi corazón. Sobrevolamos las islas indecibles Y a nuestro paso las nubes se disi… ¿Cómo regresar al beso la armonía
Cuando en octubre amor por la semi… conspira con abril de la mirada me subyugó una rosa equivocada: si verde corazón, tez amarilla. De una la noche en otra maravilla
Es hora ya de levantar el vuelo, Corazón, dócil ave migratoria. Se ha terminado tu presente histor… Y otra escribe sus trazos por el c… No hay tiempo de sentir el descons…
Hay tardes en que todo Huele a enebro quemado Y a tierra prometida. Tardes en que está cerca el mar y… La voz que dice: “Ven”.
Arrebátame, amor, águila esquiva, Mátame a desgarrón y a dentellada, Que tengo ya la queja amordazada Y entre tus garras la intención ca… No finjas más, no ocultes la exces…
Si todo acabó ya, si había sonado La queda y su reposo indiferente, ¿Qué hogueras se conjuran de repen… Para encenderme el pozo del pasado… ¿Qué es esta joven sed? ¿Qué extr…
Cómo retumba amor, cómo resuena Tu nombre, suelto en flor, por los… Su aletear de palomos azorados Ni el orden de la noche lo serena. Cuánta luna y qué olor de luna lle…
Aún eres mío, porque no te tuve. Cuánto tardan, sin ti, Las olas en pasar... Cuando el amor comienza, hay un mo… En que Dios se sorprende
No por amor, no por tristeza, no por la nueva soledad: porque he olvidado ya tus ojos hoy tengo ganas de llorar. Se va la vida deshaciendo
Quizá el amor es simplemente esto: Entregar una mano a otras dos mano… Olfatear una dorada nuca Y sentir que otro cuerpo nos respo… El grito y el dolor se pierden, de…
¿Cómo comer sin ti, sin la piadosa Costumbre de tus alas Que refrescan el aire y renuevan l… Sin ti, ni el pan ni el vino, Ni la vida, ni el hambre, ni el ju…
Bajo qué ramas, di, bajo qué ramas De verde olvido y corazón morado La roja danza muerde tus talones Y te estrechan amantes amarillos. Desde qué repentina lontananza
Mientras yo te besaba Te dormiste en mis brazos. No lo olvidaré nunca. Asomaban tus dientes Entre los labios:
Bebió en tu boca el tiempo enamora… y la cuajó con besos de paloma. Casto tu cuello, sobre el oro asom… tan sólo por el oro acariciado. Lunado el pelo, el corazón lunado,