Camino solitario, indiferente
en un mundo triste y lejano
donde muchos te miran de frente,
pero pocos te tienden la mano.
Y sigo nadando en contracorriente
tratando de encontrar un sitio más humano
donde el amor sea ferviente
y el extraño se llame hermano.
Busco y anhelo que se ame la gente
y que sea humilde hasta el sol más ufano,
que el rico no sea al pobre indiferente,
y que el forastero sea también mi paisano.
Sonrío para construir un puente
que una al invierno y el verano.
Camino cortés y paciente
pues lo siento cada vez más cercano.