Cada mañana al despertar y notar que estas ausente, soltare un “te amo” al viento para que lo arrastre hasta ti con ese fin que el corazón no confiesa. En las frías heladas de la noche se me escapara un te extraño que te alcanzara y te hará llorar con cada uno de los recuerdos mientras abrazas la almohada fingiendo que es ella alguien que extrañas, pero sin admitir que soy yo.