mí hijos tiempo locas como hay cuando nada para madres otro medio ya caín carne sol lila paisaje cielo luna pájaro humana padres recuerdos tan ellos siempre entre pero mirada más sin preocuparte maligno fosas comunes hermanos tiempos tierra lluvia hojas ser fueron piel deseo también donde cada ojos mujer gentes mujeres realidad sólo uno sé debes cualquier caso pasa girasol momento margarita quiere humo hielo café sombra hasta ocaso viento picos henchidos girasoles verdinas muertas lodos cloacas vísceras capullos horadados hombre campos mundo porque hambre amantes guerra hubo país manos quedaron matando maridos mató noches sombras sueños estío otoño sobre llanto lombrices arroyos tiernos duros naturaleza mismo gran fuera hermanas bastaba buscar sí todos tener princesitas detrás hoy día nunca quien noche cuerpo cielos luego habían última vez visillos cárdenos malvas árboles todo mora decidió triste solo pues cómo niños eso caminan sentirte avanza reclina sumiso encorvando espalda vivir rápida desnudez amapola abandonada corola atardecer asistir despide pétalos culpa ascender columna infinito comprobar repente eres derretirte trozo mirando impotente vencido batalla deshacerte terrón azúcar abducido aroma recién hecho evaporarte celaje fuerza hacerte tenue desvanecerte coincide otras vagas diluirte diluye arco iris ausentan negros nubarrones levedad quiebre pensamiento recuerda encaró estrella maravilloso amapolas provocó aprende señal lejanía refrescó larga tarde dulce hizo azucarillo regó vida dejaba nube anunció cercana instante hermoso colores frágil efímero intrascendente acaso tormenta perfecta mundos horizonte sobrevivir abeja fin existe arrastra hacia ninguna parte gorriones caídos nidos mustios abatidos retaron finalmente plantas parto frustrado veo équidos galopar grandes charcos barros camino hedores nauseabundos estercoleros poblados roedores detritus putrefactas avanzan dejando cunetas cual indefensos seda larvas gusanos cruelmente aniquilados hábitat hostil cumplidos mil años siente liberado regresa engañar naciones necios gobernantes jefes estado cuatro ángulos vomitan ácida pueblos cansados instantánea igual metralla perfora cráneos ahora excusáis lógica guerras cruzadas habita historia preñado olas mares romped brisas acariciad ocasos dormid estrellas brillad llena guía menguante decrece nueva nace creciente crece escarchas alba humedeced flores prados perfumad aguas regad nubes lloved árbol descansa vuela aletea anida sueña ventana canta cúbreme abrázame océano inúndame tápame intentó matar mataba defendía nacer morir grande comer faltaba única había encontraba odiaban mientras escondían propias mostrar aridez secaron lágrimas estos siguieron otros quedando miento matándose seguían deambulando tapados soñaban supermercados llenos comían volvía volvieron saben volverse atrapadas estaba viva acurrucaban queridos solas defenderse rebosaban bienvenido estar muy cambiar cosas hacer útiles proclamaron crearon nosotras construiremos esperanza desperté súbita anhelando babas sudorosas templadas primavera estremecida busqué peligrosas pisadas acosaban estaban ido comprobé sequedad extrema añoré humores corporales aprieta seca resquebraja camine reptando intemperie pesada atmósfera tiene olor estiércol sensación féretro aquí abajo cavan deshoras interrumpen descanso benditas pienso rompen rutina entonces consuelo llegará habrá motivos suficientes pensar estupendo haber sobrevivido ardo deseos deslizarme sensual majestuosa inmensa alfombra amarillas tuvieron siquiera madre paridos jamás enamoraron quererse mismos cristalinos lejos agua fresca apuraban horas contemplando espejos poderosos penes recibieron besos caricias ejército abruptos seguidores anunciaban golpeando tambor testículos resonaban haciendo callar aves susurros sonido machos aborrecían engañaban haciéndoles creer importaban allá contemplación narcisista libido inenarrable vagina ocupando cerebro cáncer sitio meterla importa arder infiernos llamas ardan miles putas demostrarles tíos soportan yagas producen fuegos eternos sienten reyes tristes miran cara descubrir ciegos sordos tapan oídos enormes pollas escuchar escondía desde veía pasar recreaba violáceos cocina parecía remolacha desayuno creía tomar mermelada volver espiar rodearse remolachas mermeladas justo esperar dibujaba violeta escapó calle huida encontró verdes azules labios rojos unos rayos eran amarillos descubrió alrededor sienas ocres existían tonos naranjas ello emocionaba aún disimulada tras rímel negro ocultaba tú conoces vivo lloro brillan pupilas comprendido estoy herido abruman silencios he advertirte soy tantos oculto dolor indiferente sabes seres invisibles habitan calles expulsadas rumbo alimentan gracias sexos ancianos alivian escaras salivas inventan cocinar piedras juegan morirse mas esto debe tampoco