#SigloXX #Venezolanos
Desde el árbol más alto, donde se… colgado de la cola al pico de una… con las manos tendidas, nos saluda…
Alacrán de orilla. comadre de orillera, oculta, como una mala intención, enconosa, como una mala lengua. Quizá no entra al Río
¡Ah mundo! La negra Juana, ¡la mano que le pasó! Se le murió su negrito, sí, señor. —Ay, compadrito del alma,
Vuelvo los ojos a mi propia histor… Sueños, más sueños y más sueños...… más gloria... odio... un ruiseñor… y asómbrame no ver en toda ella ni un rasgo, ni un esbozo, ni una…
En la esquina de Miracielos agoniza la tradición. ¿Qué mano avara cortaría el limonero del Señor...? Miracielos; casuchas nuevas,
Una Pumé, la Hija de un Cacique… fue conmigo una noche, por las tie… verdes, que hacen un río de verdur… entre el azul del Arauca y el azul… Entre los gamelotes
La cola en el árbol, la boca en el… es todo un cauce: entra al Orinoco la cascada viva, el tributario de carne.
Ayer vino la paloma que viene todos los días, ayer se paró en la reja y comió de mi comida, ayer vino hasta mis hierros,
Violento de armonía, en el tono de… llega el coro de las siete provinc… siete rostros adolescentes en las siete ventanas de las estrellas de la Autonomía.
Siempre es el mar donde mejor se q… fue siempre el mar donde mejor te… al amor, como al mar, no hay quien… ni al mar, como al amor, quien lo… No hay quien como la mar familiari…
¿Es una nube? ¿Es un punto vacío en el azul...? No. amigo mío, en un bando de garzas... Son las n…
La Parima es el sueño faraónico y la piedra de Moisés, el panal negro de la Hermana, que el Hermano Francisco no vino… Catedral del misterio, Sierra del…
Al hombre mozo que te habló de amo… dijiste ayer, Florinda, que volvie… porque en las manos te sobraban fl… para reírte de la Primavera. Llegó el Otoño: cama y cobertores
Ya rindió una jornada la fiebre de… y aún están los leones de mi numen… los músculos alertas para nuevos z… y firmes los pulmones para nuevos…
Madre, si me matan, que no venga el hombre de las sill… que no vengan todos a pasar la noc… rumiando pesares, mientras tú me l… que no esté la sala con los cuatro…