Un peregrino, aunado de flores y d… Busco en el monte de los delirios Una dama con quien compartir sus f… Al paso de las horas y las noches Halló en los muros y los caminos

Un efímero aliento de instante per… Es un ocaso, es un ocaso. La luna se levanta con la eleganci… Qué grácil qué hermosa, preciosa m…

Como mota de polvo, he regresado d… Por eternos parajes de viento ciud… Donde aprendí a hacer nada y mirar… Mirar la vida como quien mira el c… A veces vacío y otras repleto de n…

El tacto de tu perfume. Como flor de jacaranda, cayendo al suelo. La serenidad de tu voz. Tímida como un pino

Y así, como una nota de piano, que… Nacen y desvanecen, emociones atáv… Se pasean en la mente, se desviste…

La lluvia Tu y yo.

El gato, negro escurridizo, maestro de la noche, con ojos, ojos de fuego, fuego verde, verde místico, verde sabio. Encuentra al gato en la noche,

Soy más un espíritu errante que un hijo querido y ensoñado El tiempo me dio cuita flagrante cuando nací casi muerto y maltrata… En tus brazos hallé un calmante

En la nocturna ensoñación de la es… Una estrella desgarra el cielo. Derrama sobre los techos de mi bús… La Dulce cara de una bella Luna Reluciente, inocente, diferente.

Asco, triple asco perjuro a esos, a aquellos, a todos, a mi. Que soy parte de ellos y que en mi calidad de consciente de la putrefacción de mi propia carne, apenas soporto la hedionda y...

En el sueño, no hay recuerdo En la vigilia, solo el rastro de q… A veces en una palabra, otras una… No sé de qué se trata. Si es verdad todo esto o es la Ma…