De camino al calvario.
Vi a esta mujer ahí parada, ajena a la divinidad que la envolvía, siendo una inmortal en este infierno.
Me avergüenza la estupidez que me envuelve, verme entregado a ti con la fe del devoto que se entrega a un paraíso que no ha visto jamás.
Si fueses Dios, uno solo de tus ojos bastaría para confundir el cielo y el otro para confundir el mar.
La linea de tus labios me serviría de horizonte y tus piernas para fundar el camino y el calvario.