Doy gracias al primer santo:
serenos hoy
construimos
un templo a la distancia
que como indica es: también refugio.
En este caminas y así me mirás,
con la labia en las manos,
una página desnuda,
y la pasión en los labios.
Doy gracias al segundo santo:
me duelen los centímetros de piel
que no son la tuya
que son la mía
que no traen tu olor
ni tus huellas
ni tu ausencia.
Y el dolor indica: vida.
En este no hay agua que no corra
ni distancia que deba llenarse.
Te observo,
gesticulas con tus ojos
cargas pasión con tus huesos,
y parsimonia en tus manos.
Te veo partir
al refugio que es nuestro,
a la distancia que es nuestra,
y con la certeza que es total:
ahí voy a estar. fresca. salvaje. viva. tuya.
Y cuando llegues
por fin
nacerá una devota
y daré las gracias
a ningún santo
más que a vos