Hay recuerdos que no se desvanecen ¡Arden en carne viva! En nuestra memoria palpitan al rit… Y por muy alto que volemos, por má… Separemos, nuestras almas vuelan a…

Dime en que hospital estás prestan… Que me pongo enfermizo tan solo po… Todo lo que tenga yo y soy quiero… Te aseguro que en ti no veo desper… He de confesarte que solo tengo un…

A través de las ventana de tus ojo… Despiertas el deseo en mi corazón. Apreciando en mi cuerpo gran desaz… Observo en tus mejillas suaves son… Nos amamos tiernamente sin enojos

Sí, paseo junto a ti con orgullo, No es así, en otras parejas celosa… Fuisteis creadas tan dulces y herm… Que no hago caso, de ningún murmul… No se por qué al mirarte me aturul…

Me quedé mirándote fijamente, mientras que, poco a poco, te alej… mi mundo se truncaba de repente, sin entender los motivos que dabas… Espero que seas más consecuente,

Quien camina con el corazón sangra… La oscuridad verá al final del cam… Caminaré yo y buscaré mi destino Haciendo senda como aquel caminant… Seguiré caminando como alma errant…

Y mi mundo vi, que se desplomaba; las tristezas, mi vida la invadían… iaunque los sentidos; calma pedían… el deseo de morir, coronaba. ¡Como conseguir, esa paz robada!

Esa es la meta que persigue el humano y cuando la consigue que se agarre muy fuerte por ser lo deseado magnífico regalo. Cruzamos fugazmente nuestra mirada, surcos de sudor de mi fren...

Nuestro amor no tiene fisuras Luz a tu vida a de volver Y Si hoy todo lo ves a oscuras Mis caricias sabrás tener Empezaras hacer locuras

El Cielo fue quebrado, el mismo día, que fui abandonado y, el corazón varado, estando de ti, más que enamorado, agrietó entera el alma.

Con el pensamiento alborotado Al amanecer de un nuevo día Quiso relajarse frente al mar. La niebla empañaba el horizonte Cada segundo, grandes olas

Viento de otoño Los árboles desnudos En lecho de hojas ¡Sana ilusión! Es el trébol de cuatro

Después de ti Se pueden juntar Ríos, mares y océanos Dejar de volar las aves Esconderse el Sol y

Bebiera el agua, que al mojar, le… y la viola, sin pronunciar su quej… envidio ese sol que su piel amaña, y la broncea, cuanto más se deja; todo sentido lo avispa con saña,