El Cielo fue quebrado,
el mismo día, que fui abandonado
y, el corazón varado,
estando de ti, más que enamorado,
agrietó entera el alma.
¡Me tenías mucho más que entregado!
Hoy, rompiste mi calma,
y como tierra que perdió su arado,
también perdí mi Salma,
¡Hoy sé, que no volverás a mi lado!