Ave hermosa que secretos, escuchas silenciosa
Vuela ya a posarte en el lecho, de mi fiel amado
Y con tu armonioso trino, cuéntale que su diosa
Le aguarda para amarle, como nunca habrá soñado
Partió en la primavera y el otoño, ya ha llegado
Ve y cuéntale que su larga ausencia, se me hace odiosa
Recuérdale que este mi deseo, se ha vuelto osado
Y al no saber nada de él, de celos, muero celosa
Que amanecen mis sabanas, revueltas y mojadas
Que en desveladas noches, en lágrimas me sumerjo
Y que al despertar me veo, las mejillas ajadas
Di que el corazón me late, con tal intensidad
Que no soporta más esas noches, no deseadas
Pídele que vuelva y calme, esta triste soledad