#Mexicanos #SigloXIX #SigloXX Los interiores jardines
En nombre de tu rostro de lirio en… en nombre de tu seno, frágil abrig… donde en noches pobladas de espant… ¡yo te bendigo! En nombre de tus ojos de adormider…
Yo soy tan poca cosa, que ni un do… Mas tú, Padre, me hiciste merced… Ha un año que lo sufro, y un año y… por él en estatura espiritual, Señ… ¡Oh Dios, no me lo quites! Él es…
Como duerme la chispa en el guijar… y la estatua en el barro, en ti duerme la divinidad. Tan sólo en un dolor constante y f… al choque, brota de la piedra iner…
¡Seis meses ya de muerta! Y en va… un beso, una palabra, un hálito, u… y, a pesar de mi fe, cada día evid… que detrás de la tumba ya no hay m… Si yo me hubiese muerto, ¡qué mar,…
¡Oh reyes, me trajisteis hace un a… excepcional: un gran dolor! Fuisteis conmigo pródigos, cual mo… Oriente, Baltasar, Gaspar y Melchor.
¡No porque está callada y ya no te responde, la motejes; no porque yace helada, severa, inmóvil, rígida, la huyas; no porque está tendida
Bendita seas, por que me hiciste amar la muerte, que antes temía. Desde que de mi lado te fuiste, amo la muerte cuando estoy triste; si estoy alegre, más todavía.
Si tras el negro muro de granito de la muerte hay un mundo, un más… al cruzar el dintel del infinito mi pregunta primer, mi primer grit… ha de ser: “Y ella, y ella, ¿dónde…
“El agua toma siempre la forma de… que la contienen”, dicen las cienc… atisban y pretenden analizarme en… yo soy la resignada por excelencia… ¿No ves que a cada instante mi for…
¡Oh muerte, en otros días, que rec… sin emoción profunda, te tenía yo… En medio de la noche, incapaz de d… clamaba congojado: “Yo tengo que m… ¡Yo tengo que morir irremisiblemen…
Con la mitad de un periódico hice un barco de papel, en la fuente de mi casa le hice navegar muy bien. Mi hermana con su abanico
A veces, en sueños, mi espíritu fi… escenas de vidas lejanas: yo fui un sátrapa egipcio de rostro de es… de mitra dorada, y en Menfis viví.
¡Ay de mí! Cuantas veces, arrobad… en la contemplación de una quimera… me olvidé de la noble compañera que Dios puso a mi lado. —¡Siempre estás distraído! —me dec…
Yo no sé nada de la vida, yo no sé nada del destino, yo no sé nada de la muerte; ¡pero te amo! Según la buena lógica, tú eres luz…
Amiga, mi larario está vacío: desde qu’el fuego del hogar no ard… nuestros dioses huyeron ante el fr… hoy preside en sus tronos el hastí… las nupcias del silencio y de la t…