Alma Mojica

Recuperando Nuestra Voz y Luz en Dios

El mundo quiere silenciar nuestra voz para que el mensaje de Dios se pierda. Quiere forzarnos a encajar en sus estándares y olvidar que fuimos creados para iluminar. Nos define según sus términos para que olvidemos a nuestro Creador.

La sociedad nos rechaza para que terminemos rechazándonos a nosotros mismos. Nos acostumbra al sufrimiento para que nos enojemos con Dios en lugar de fortalecer nuestra fe.

Nos han encerrado en una jaula de miedo, al punto de temer la verdadera libertad. Nos han enseñado a convivir con la decepción, para que dejemos de ver la gracia de Dios en lo cotidiano.

Hoy me doy cuenta de que mi voz perdió importancia en el momento en que comencé a hablar según lo que el mundo esperaba, en lugar de mantener la esencia de la voz que Dios me dio. Mi espíritu se ha apagado porque preferí adaptarme a las creencias del mundo en vez de reclamar el poder que mi Creador me ha otorgado.

Pero nada se nos ha quitado. Dios no ha cambiado. Somos nosotros quienes hemos permitido que el mundo tenga más influencia en nuestra identidad que el amor de Dios. Nos hemos adaptado a costumbres que nos apagan, en lugar de ser instrumentos de luz.

El mundo es una trampa diseñada para alejarnos de Dios y distraernos de lo realmente importante. Desde pequeños se nos imponen expectativas y, si no las cumplimos, nos hacen sentir insuficientes e indignos. Nos dictan reglas que nos encierran en una jaula, donde la valentía para salir parece inalcanzable. Todo se nos exige, pero nada de eso llena el alma.

Hemos convertido los estándares sociales en ídolos. Pero cuando nuestras expectativas se desmoronan, volvemos a Dios, pidiéndole que no nos abandone. Sin embargo, cuando seguirlo implica soltar, confiar y atrevernos, preferimos quedarnos en la jaula, porque ahí es más seguro.

Y así seguimos, en un vaivén entre querer recuperar la voz y la luz que Dios nos dio, y aferrarnos a la comodidad de la prisión que el mundo nos ha construido.

Nada valdrá la pena. Todo será como perseguir el viento mientras sigamos creyendo que Dios nos creó para perseguir al mundo...

—Alma Mojica

Altre opere di Alma Mojica...



Alto