Gris
Debo escribir algo
pero mi pensamiento está gris,
no sé si es por el cigarrillo
o por la brisa que penetra por entre
en el cemento y choca contra mí,
el cielo está nublado
con un aroma a tierra,
deseando ser barro, una vez,
una hoja húmeda y arrugada,
un lápiz con punta,
una mesa fija a la pared,
una mano temerosa;
y ese pensamiento gris.
No puedo escribir,
no conectan mis susurros con la voz,
ni las letras con las palabras,
no sé si es la música
o el ruido de autos
uno detrás de mil,
la hoja en blanco, sigue allí.
Tengo visitas amistosas,
casuales, eróticas,
he intentado romperme el corazón,
he ido a la iglesia,
después de drogas y alcohol,
eh intentado morir y reencarnar,
mentir, llorar, decir la verdad,
he estado horas bajo la luna esperando palabras,
pero mi pensamiento sigue gris,
se escapan de mí como si no existiera,
dejándome sin hablar ni dormir,
las hojas pasan de blancas a amarillas
flores se marchitan,
la lluvia se intensifica,
la pared se cuartea y supura el salitre, sangra,
como la mesa fija apuñalada
por el lápiz que ya no tiene punta,
las visitas ya no son gratas,
ni siquiera sé si soy el que grita
o el que escucha,
lo único que sé, es que el gris
me atrapa y no me deja ir.
