Alba Caminos

La Guerra por Amor

Mi corazón es un estallido de armas, cierro los ojos y puedo ver como estoy en medio de la Batalla de Cornualles.
Habla mi sangre de esos 1595, soy la Corona de España invadiendo las villas de Inglaterra, siento las tres compañías de arcabuceros gritando a bordo de las cuatro galeras.
Mi Capitana, el amor que te tengo es esa madera crujiendo, los malolientes señores a punto de destrozar esa arena.
Oh, Patrona! Tu mástil es el aviso inminente de que voy a perder la cabeza sin saciedad, pronto veré el horizonte negro ante mis pies.
Mi Peregrina, la vida que corre a gritos alentados por el fuego de la violencia! Pronto seré el ultimo susurro que canta el cuerpo inglés ante tu recuerdo.
Y tu, Bazana, mi vida. Pérdida irremediable ante tu imagen, desnuda me quedaré sin nada.
Muda enfrente de tu monumento mi vida, perdida ante el desierto inmensamente solo que construyes para mi.
¿Cómo olvidarte?
Temo por mi vida, como los Albatros temerían no hallar la Roca donde descansar.
Me siento peligrosamente dividida a peldaños, voy a destruir todo lo que quede de ti!
Prometo acabar con todo. Tu bendita belleza también morirá para mi.
Beberé de este frenesí incontrolable de guerra y nunca acabaré.
Lo prometo, aniquilar todo tu rastro, todos los pasos que diste dentro de mi por los pasillos de mi existencia.
Sufro en silencio este idilio de muerte para Renacerme.
Hoy soy Juan del Águila, esa expedición de castigo contra ti, a punto de desterrarte de mis costas mas profundas.
Arderás conmigo si, para desaparecer hasta del Olvido.
Pero no sufras mi vida, cuando termine desatada, desquebrajada  y sin aliento, prometo construir una Iglesia a tus pies y que alguien nos recuerde para siempre, que se atrevan a rezarnos esos benditos.
Seremos una bella tormenta de Pasión por la sangre  y lo imposible.
Seremos un idilio que se engrandecerá a través de los juglares los holgazanes y los siglos.
Lo que un día fuimos ya solo serán palabras y hasta las palabras se terminan, siempre tienen un fin.

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