La mujer de las facetas, esa que no se detiene ni un segundo.
Huyendo de los relojes como si fueran monstruos gobernados por gigantes.
Me gustan las metáforas tanto como las fantasías, compartimos el idilio de imaginar.
Dicen que si un gigante se mira en el espejo de cerca nunca se terminara de ver:
A veces es preciso alejarse y tomar perspectiva para tener una visión nitida de lo que somos.
También lo crees?
Tal vez nada de lo que pienso tenga significado en realidad, pero no sé encontrar otro modo de vivir que no sea construir y deconstruir sueños e ideas.
Una mujer de facetas.
En plena jauría planetaria.
S. XXI.
Me pierdo entre redes y charlas por whatssap y me vuelvo a encontrar enfrente de un espejo a kilómetros de distancia, como ese gigante.
Mi actitud dominante te parece intrigante, pero yo me pregunto: podrán existir a la vez la dominación y la libertad?
Cuánto sabes de esto último querido si tu nombre lleva el significado de “Hombre Libre” .
Quién podría dominar las
tormentas y los cielos?
Quién se atrevería a dominar los mares y los tsunamis?
Quién sería el osado que quitaría el poder a los Dioses para dominar esta tierra y sus seres?
Si dominar significa esto, prefiero perder.
La libertad que circula por nuestros cuerpos es demasiada bella amor.
Sería declararle la guerra a la naturaleza.
Sólo siento que existe un remoto espacio donde se nos ha asignado destrozar el equilibrio natural de la libertad: un lecho.
Ahy querido, te declaro la guerra y pongo mi posesión al servicio de los deseos más intrépidos.
Ahy querido, puedo ser esa espada que atraviese tu libertad hasta saciarse la Luna y el Sol.
Hacer de la pasión la batalla y de los labios las flechas.
De las miradas las balas y del calor extremo las heridas.
Las caricias serán agitados soldados y mis brazos y tus piernas los contrincantes perfectos.
Si me quieres en ese instante seré la muchedumbre que grita emocionada el final de un exilio tan largo.
Atémonos entonces a esta guerra.
A este genocidio de dulzura radical.
Rompamos el equilibrio de nuestra libertad una noche eterna. Juntos.
Tus gritos son la gloria que deseo ganar.