Cuando la tierra me quiera
Cuando la tierra me quiera
recuérdame que cruce los brazos, como quien se tira por un tobogán de agua, para ayudar a que el descenso fluya.
Mientras, tendré los brazos abiertos y daré vueltas sobre mi misma como “Anne the green gables”, dejando que me toquen el sol, el viento y las margaritas de los pies
Y solo entones, cuando la tierra me quiera,
ayúdame a ser lombriz