En el silencio, mi oído siempre alerta, siente al fin... ¡paz!

Ya sin aliento y al final del camino, ¡lluvia de abril!

Cuando sonríes, crece lo más sublime y...nacen rosas.

Amiga mía, desde la bella Atenas, siempre "cercana" Os envío estos versos y os digo: ¡mil gracias!

Nueva vida latía en su interior. Su juventud extrema, arropaba su vientre

Todo segundo, es parte del pasado en cada instante.

Bajo la luna, las gotas de rocío, ¿turban mi sueño?

Mi querida maestra: Eras una y única nuestra, latía en nuestro corazón, la fe de volverte a ver, sin nosotras poder saber,

Guardó su amor en barco de papel, y se perdió.

Gracias te doy por estar presente en el día a día. Tu amistad sincera es regocijo y aliento.

Cada mes de abril de tan esperados… regresarán mis anheladas golondrin… revoloteando como hacían antaño, y volando cual muy ligeras bailari… Son bellas y pintorescas, voy a bu…

Para mí, “el paraíso” puede ser, simplemente, apoyar la cabeza

Enlazadas nuestras tristes manos atravesamos la gran ciudad, sería nuestro último verano para enfrentar la realidad. Llegaste a tu morada final

¡Pasan los días! Lentos, implacables con esa letanía que se convierte

Fueron tus manos, incansables y férreas parando el tiempo. La Odisea de Ulises tu consuelo final.