En su alma simple, cuanta veracidad encierra un Haiku.

Viejo reloj, que gira sin cesar, evoca al tiempo.

Eras tres años menor, con tu risa reluciente, siempre estarás en mi mente, ¡te recuerdo con amor! Aunque todos te adoraran,

El dolor es inevitable, pero, ¿y el sufrimiento? ¿Debemos aprender a convivir con él?

¡Pasan los días! Lentos, implacables con esa letanía que se convierte

Guardó su amor en barco de papel, y se perdió.

Dime hermana... ¿A dónde has ido? ¿Al cielo, a las nubes, a las estrellas?

En mármol frío reposan estos versos. Dejad que el viento me lo cuente al entrar por la ventana.

¡Cuanta hermosura! río, árbol, viento, flor. Lluvia de abril.

No soy perfecta, la perfección no es vida. Es obsesión, y eso, ya es un defecto. ¡Errar para vivir!

Entre las nubes, cabalgo tan veloz, que aplasto al viento.

Marinero de aguas mansas y profund… tu vida corre como corriente fría, entre olas, cielo y mareas vagabun… que se hunden, vienen y van con fa… Marinero que bajo ese sol faenas,

Esa codicia... hace que cualquier reto sea pequeño.

Su rostro pálido y curtido con profundas arrugas, endurecían su semblante, poniéndole una máscara a su realidad. Cada día, reunía los céntimos recaudados para tomarse un café en el bar ...

Esas niñas mías que tanto amé. Esa entrega incondicional y transparente,