Vuelvo a predicar con el ejemplo.
Dejando en un lado los recuerdos.
En un lado el el que pueda cogerlos.
Aunque a veces te veo sin quererlo.
Y vuelves a MI cabeza.
Aún hay trazos de ti en esta carpeta.
Yo, que aún no pasé de clase.
Aprendí de mis errores.
Y llegué a hacer las paces.
Tengo flashes que salen como un dejavú.
Frases que me salen sin acritud.
Ganas de abrazarte aunque me pesan.
Dicen que hay que besar mil veces
para borrar un beso bonito. Insisto.
Los números solo son para los circos.
Me visto con otra piel de humano.
Al final sobreviví al verano.
Lo mismo todos los años.
Un poco más cansado
Y sin los trozos que te has llevado.
Me agarro a lo pactado.
Esbozos de ti dentro de mis sueños.
Me hago pequeño.
Entre la sinonimia de tus ojos, y tus labios…
En mi pecho.
Dibujo con los ojos en el invierno anterior.
Y no me encuentro.
Ya me comí seis vidas.
Y la séptima la echo.
Andaban por inercia.
La gravedad es esto.
Poder mirar mis manos
Que maquetaron tu cuerpo.
Que hicieron temblar todos los cimientos.
Deshago el trabajo que tengo hecho.
Te guardo en esa carpeta por defecto.
Culpable soy de abrirla hoy,
Si con eso me entretengo.
Si la tentación es más fuerte que el deseo.
Si el sueño es el culpable de que me desvelo.
Las horas valían más cuando me encuentro...
Esbozos de ti en mi cuerpo.
Que ahora son espinas.
Que me trago como puedo.