Dicen que murió de tristeza.
El olvido invadió su mundo;
la soledad fue su mejor compañía.
Sus pensamientos
parvada de golondrinas
arrasadas por la tempestad
y el tiempo
perdieron el rumbo
y los motivos.
Ella partió
sin decir adiós;
repentinamente
aunque las señales
fueron infalibles
pero ignoradas por todos.
La lucidez quedó como una nube
desvanecida por el aire
borrando de su mente su propia historia
y los frutos volvieron a ser semilla.