Voy a cantar el corrido
de un hombre que fue a la guerra
que anduvo en la sierra herido
para conquistar su tierra.
Lo conocí en la batalla
y entre tanta balacera
el que es revolucionario
puede morir donde quiera.
El general nos decía:
“Peleen con mucho valor,
les vamos a dar parcelas
cuando haya repartición.”
Mi padre fue peón de hacienda
y yo un revolucionario,
mis hijos pusieron tienda,
y mi nieto es funcionario.
Grito Emiliano Zapata:
“Quiero tierra y libertad”,
y el gobierno se reía
cuando lo iban a enterrar.
Vuela, vuela palomita,
párate en aquella higuera
que aquí se acaba el corrido
del mentado Juan sin Tierra.