La luna era de color morado. Hasta que vio su reflejo en los oj… Entregó su color a la inmensidad d… desnudándose, quedándose hasta los huesos.
Los mejores días son los que pasan rápidos montados en caballos salvajes que corren a la orilla de la playa… Los mejores días son los que se ba…
El niño aguardó toda la noche ver llegar el fantasma de su madre. Esperando con ansias, deseaba decirle cuánto la extrañaba y cuán solo se sentía. Cuando al fin tocaron la puerta a mita...
Era una roca y por más que trató de lanzarse al río que tenía delante de sí, no logró si quiera moverse un milímetro. Era una simple roca, y por más que trató de estirarse hasta tocar l...
La niña solitaria continúa recorriendo de noche las calles oscuras por donde sólo transita la luz de la luna. Continúa meciéndose en las estrellas, llorando la pérdida de una astro fuga...
Al verme en el espejo, retrocedo p… y en tus oscuros ojos, color pasad… allá voy a morir para dejar mis su… < VDL >
Bajo la falda de los cerros orient… y el rojo de la tarde desciende, cruza, atraviesa, hasta… ¡Estamos en las montañas! Vivimos en lo alto.
Él solamente la había conocido en sueños. Ahora la buscaba en todas partes y creía estar a punto de hallarla, en mitad del día, bajo la luz del sol, a la vuelta de cualquier esquina y d...
Ahora que he vuelto, he envejecido un poco. Me han salido algunas canas, me he dejado la barba y mi voz suena como si
Escuchó que lo llamaban por su nombre, y dirigiéndose hacia aquel pozo ancho, siguió la dirección del canto que seguía viajando a través del aire. Al asomarse allá en el fondo, no vio s...
Vayamos al lugar lejano, ajeno a nosotros: en donde habla el colibrí, y nosotros cantamos. Víctor Daniel López
imagina que aún seguimos soñando que jamás escampó que nunca hubo terminado el verano o que quizás sólo es que volvió a… siente el olor de las castañas
De la noche que aún no llega despe… De la sombra de árboles de hielo, derritiéndose a pleno sol de verano, brotará el tallo de una flor
A esta lluvia eterna, ¡desnudémonos! Bailemos descalzos en medio de la tempestad y todo el movimiento.
Soñé que regresaba a aquella playa de arena dorada y de mar con sal convertida en nubes de algas. Que volvía a bañarme de agua que nunca antes había encontrado tan libre y fresca. Soñé ...