Deja que el tiempo rompa las utopías.
Siento cada mentira que disfrazas
revoloteando en mi mente.
Esa inquietud que causa la espera constante
sin fruto alguno. Hiciste de mi corazón
el cubo de Rubik con que calmas tu ocio,
detalle por detalle bien pensado
en cada jugada. Entiendo que no basta amar.
Que, por mi parte, ya he tenido suficiente,
del sexo que reviste a la guerra,
y los puños más pesados
que han marcado mi cuerpo.