#EscritoresCamagüeyanos #EscritoresCubanos
Caminando por siete mundos, Recostado a un silencio, Que no hay voz que lo rompa, Ni ser que lo divida, Inestable e inexacto,
Creíamos los escritores que nuestro pueblo era, casi por definición, indiferente a la cultura: ello robusteció las “torres de marfil” y el hermetismo. El Primer Festival del Libro Cuban...
Recuerdo. Me encontraba en Calcuta. El calor era inhumano, algo viscoso y somnoliente que se pegaba a la ropa, a la piel, que lo inundaba todo con un vaho mórbido, letal como el aliento...
¿Los dioses se fueron, se quedaron, murieron con Beny Moré ellos que con él alucinaban, o habitan aún las orquestas habane…
El sueño no: la pérdida. El blanco roedor, que ciega. Pierdo pie. Todo es compuerta.
Contra todos los idiomas, contra ustedes, señores sapos, tri… contra la Real Academia de la Mal… contra el seseo español, contra el merci, merci monsieur y…
Muera quien tiñe el asfalto de sangre tibia y espesa, muera el chacal que de un salto se apodera de su presa, muera quien humilde besa
Abierta, no, entrejunta. Esa ranura mira. Detrás de lo blanco, blanco.
Incrustarte cascabeles en las meji… con cal escribirte en la frente con rayas espirales pintarte el se… las nalgas con discos fluorescente… líneas de puntos blancas
Si nuestra pintura, en la expresión de sus trabajadores la aventura de unos cuantos hombres que han buceado en la realidad cubana ha alcanzado un “estilo” original que la identifica y d...
¡No es cierto lo que dicen! No he matado a cien personas. Sólo a unas cuarenta, y otras veinte torturadas... es decir, veintidós, porque había dos niños, ahora que recuerdo. Pues bien, ...
Hoy comprendo que existe aún ese m… que había, como un libro, ya olvid… sobre varias ventanas, del profund… balcón descienden flores, es dorad… el aire que presides. Me sorprendo
Que en Cuba hay pintura, que existe lo que tanto se ha temido llamar pintura cubana, y que no queda espacio ya para los intelectuales derrotistas que, de espaldas a los postulados básic...
Tu cuerpo se recortaba contra la persiana oscura trazando una línea pura –la del torso– que ondulaba con tus gestos. La chilaba
El coro de sopranos pintarrajeados entona tu loa: “Te comiste un Zohar te comiste un Corán.” Y de tu mano de azogue