Una noche de placer.
Una noche de placer, un
encuentro de dos cuerpos
necesitados y hambrientos,
una cita de dos pieles
sedientas, un placentero
encuentro, donde fluyen las caricias
como manantiales
saciando la sed que tenemos.
Las estrellas cada vez más sonrojadas,
casi no se atreven a mirar lo que
estamos creando con besos candentes
y roces mano a mano.
Un vendaval de emociones
nos sacude y nos tumba.
Sobre una cama comienza la lid
una lucha por alcanzar el goce,
un atizar de fuego con más caricias,
unos besos profundos que tienen
el don de transportar al cielo.
Le ponemos más leña al fuego
dejando en libertad la imaginación,
te escurres hacia lo interno,
me das la savia de tu pasión
y me llenas con tu fuego.
Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor.
Chile