Ella debía ser mi guía.
Ella, la que debía cuidarme
la que debía abrigarme,
la que debía estar a
mi lado cuidándome.
Me prometió tantas cosas,
me invitó a venir a este mundo
y ser mi guía turista.
Ella, la que me cantó mil
canciones, a la que hise
sufrir en ocasiones,
juró que me acompañaría
y que siempre a mi lado estaría.
No sé si me falló, pero
confié en ella y me dejó
con su vos clavada en mis oídos,
y una gran necesidad
de sentir su cariño.
Apenas pude conocerla,
cuando recién hacía mi entrada
ella se estaba yendo.
No sé si era así como
debía serlo, pero, me
encuentro triste, extraño sus
platica y sus esmeros.
Supe que voló muy alto,
y que muchos la vieron entrando
en ese lugar llamado cielo.
Ella, que me enseño a amar su vos
ya ni siquiera me regala una canción.
Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R
Derechos de autor.
Chile