Me enseñas a ver el mundo, tu tono me calma, me alagas con frases que recitan tus manos cada vez que las siento

Canciones con nada que decir. Llamadas que no esperan respuesta. Preguntas no resueltas.

Me pregunto ¿qué ves desde tu inalcanzable balcón? Tú que te llenas los bolsillos de deseos ajenos que nunca cumplirás y

No es tu sonrisa lo más bonito que tienes. No es tu mirar lo más valiente. No es tu cuerpo maltrecho

La culpa es mia, por quererte cerca aun sabiéndote tan lejos y al final de un camino del que no se vuelve cuerdo,

Y entonces te despiertas, dudas del espacio que llenas mientras miras a un lado y a otro, buscando auxilio en cualquier esquina perdida

Abro los ojos y te veo en mi mente. Lo que me produce sonrojo es el sudor presente de quien ya está ausente,

En el mundo de los sueños las puertas abren en los dos sentidos. Entras y encuentras mundos por explorar.

Me tientas con saltos, con juegos, con tretas. Me das mordiscos, zarpazos, la espalda. Me ves aparecer y corres,

Si pudiera volver atrás en el tiempo lo cambiaría todo, pero no se desde cuando. La experiencia que he ganado

Hoy vuelve a ser gris, el cansancio se agolpa a las puertas del deseo. Todos mis esfuerzos se ponen a prueba

Afrodisíaco, como volcán de chocolate recién sacado del horno, así quiero que me veas. Fina capa de dureza

Días pasados, meses cobrados, años hipotecados. Respiramos asfalto, bebemos cemento,

Hoy es el día en el que abres los ojos aún pegajosos. El par en par de la ventana inunda tu ser,