Y nuevamente abril a flor de cielo abre tus manos tibias, y yo canto el júbilo entrañable y el espanto que en mi sangre derramas con tu a… Amo la gravidez del alma, el vuelo

En el vértigo del pozo angélico gira y echa flor en los desiertos de la sal, y les procura puertas y pájaros cálidos y frutos. Nueva, la carne se acrisola

Pulida la piel bajo tus rosas de escamas, fomenta la corriente lustral donde mis viejos años vencidos beben sin saciarse. La ambición de mi lengua, forma

Ningún otro cuerpo como el tuyo vino a salir sobre la tierra, porque él es tú. Domingo diario, simposio y lecho y mesa puesta para los sentidos no platónicos.

Ábrese el fuego, y salta la burbuj… metálica de un pez; barre los ojos una flor instantánea; doble salto mortal, ensaya el corazón. Amigos, algo mejor gocemos que un lamento.

Era también de fuego: sobre el tizón, hirientes, casi d… violetas duras a los ojos, coronadas de oro. De esto era, de esto se construía bajo el humo.

Amapola trastorno, exaltación morada, disparate. Salga lo que saliere. Y qué estruendo de alas, y qué dul… lastre sentimental sobre la lengua…

Te abraza la lluvia en su descenso de resbalantes lenguas párvulas; descifras su caída al sesgo; sus tocamientos multiplicas en ti; los amparas, te conocen:

—Piel, cabello, ternura, olor, pal… mi amor te va tocando. Voy descubriendo a diario, convenc… de que estás junto a mí, de que es… y cierto; que no eres,

Algo se me ha quebrado esta mañana de andar, de cara en cara, pregunt… por el que vive dentro. Y habla y se queja y se me tuerce hasta la lengua del zapato,

Si nace de tus manos y es oscura la angustia de sentirme atardecido… si sueño, si por ti me es concedid… hacer eterna y fácil mi amargura; Si es evidente mi dolor y es dura

Esta noche de trenes, de poblaciones emigrando, de corporales sueños, de violadas respiraciones en la arena movediza del viaje, lo recuerdo.

Área sonante, ovario de la noche carnal; abrevadero insistente y monótono en la arena del oído terrestre. Y tocar, hacia dentro, el oleaje

Sólo temblor ardiente, encandiland… hasta el hueso orbital de la mirad… llamarada de pronto, las paredes fueron que me guardaban; y en el a… sólo espiga de pájaros mi torre.

No es en mi año. Alguien te tiene… no es en mi daño. Y sin embargo me daña en la duda lo que fuiste; y así me acostumbro, y lo soporto, y hasta parece que me place.