Por caminos que llevan al mar,
la arena me habla...
Me habla de los desiertos,
que vendrán en invierno...
Y de mi silencio,
nace la reflexión...
Reflexión sobre un tiempo cualquiera,
sobre mi travesía al nuevo destino...
Aún tengo tiempo,
y miro al horizonte...
Me doy cuenta entonces,
de lo lejos que estas,
y que cerca te llevo...
Y me doy cuenta,
que el tiempo no existe...
Que solo es eso... tiempo....
Y la reflexión,
me humilla el mirar...
Porque hoy,
mi mirar no llega al horizonte...
Esta tarde,
se niega a ser lluvia triste...
Se niega a ser,
desoladas lágrimas en medio de la nada...
Porque mi alma,
llena de mi verdad,
me invita a cabalgar con ella...
Y con ella,
yo cabalgo en el aire...
Siempre es siempre