(1920)
#EscritoresCubanos #SigloXIX #SigloXX
Rayas sombrías y luminosas. Verticales: los postes. Horizonta… los raíles y los regatos. El día preagoniza. El crepúsculo palia con sus rosas los grises. En la sa…
Expira la tarde. En el interior d… la casa solariega, silenciosa y or… te, la penumbra cuelga sus tules.… repente, el crepúsculo, como un pi… curioso, irrumpe por debajo de la
Mientras que en silencio con ardor… y entornando los ojos de placer so… mentalmente de todos tus espamos g… bajo la borrachera de mis melancol… Te hablé de los misterios sensuale…
La piedra monda, letra del cosmos_ el reventón de piedra muerta_ es ovario y papiro en su escuetez. Planta, hombre y demos, Nos manifiesta los criptogramas
Errumpen todas las velas a flamear con los besos del viento… que bufa como un demonio el nordeste. Por la barroca esmeralda
La gama de la tarde me invita a soñar: Blanco y azul: un vuelo de gaviotas sobre el ras de la mar.
Gesto ancestral de la eclosión ter… se eleva hacia las nubes el granit… dando a esta soledad de lo infinit… la entraña dura y la expresión ser… Azúreo ambiente las distancias lle…
A la puerta _estilo kolosal_ de la estación X. Y. P. de Democity, y hora Standard las 14 y 5 con sol en Géminis.
Me gustan tus labios gruesos y tus ojos adormidos: temblor fragante de besos y ocasos oscurecidos! Busco tus brazos posesos,
Perla, ópalo y gris: la madrugada _dijérase sibila triunfadora_ anuncia el rojo de la vieja aurora con una urente brisa fatigada. Traman feble batista opalizada
En las ruinas del muro y la presa envejecen la piedra y el agua sobre las que mayo prende su verde cana.
Como una anciana de postizos grise… con la mañana se despierta la brum… y con la lentitud de sus años, en… de la Naturaleza, va borrando mont… horizontes y cielos. De repente
Con las sedantes horas de la tarde que arropan en matices las distanc… la luz mueve sus débiles prestanci… ante la pira que en ocaso arde. Vibra en la claridad póstumo alard…
Calla, cobarde! Te repudio. Queda en el hondo cubil de tu ignorancia… sería descender de mi arrogancia herirte con mi látigo de seda. La dignidad es dique; honor me ved…
Han caído las penas dolientes de la noche. Poco brilla la luna. Bajo sus nácares sin fortuna se perfilan los torvos salientes de la iglesia rural. Una torreta