#Mexicanos #Modernismo #SigloXX (1932) El corazón del son
Entré a la vasta veleidad del piél… con humos de pirata... Y me sentía ya un poco delfín y veía la plata de los flancos de la última sirena…
Se distraen las penas en los cuart… con el heterogéneo concurso divert… de yanquees, sacerdotes, quincalle… niñas recién casadas y mozas del p… Media luz...
Cuando contemplo a veces que plegando los labios enmudeces, mi adoración pretende en su locura bajar hasta tu alma a paso lento y sorprender, en su mansión oscura…
Amiga que te vas: quizá no te vea más. Ante la luz de tu alma y de tu tez fui tan maravillosamente casto cual si me embalsamara la vejez.
Hoy que la indiferencia del siglo… sé que ayer tuve dones celestes de… y con los ejercicios de Ignacio de… el corazón sangraba como al dardo… Feliz era mi alma sin que estuvies…
Tenías un rebozo en que lo blanco iba sobre lo gris con gentileza para hacer a los ojos que te amaba… un festejo de nieve en la maleza. Del rebozo en la seda me anegaba
Antes de echar el ancla en el teso… del amor postrimero, yo quisiera correr el mundo en fiebre de carre… con juventud, y una pepita de oro en los rincones de me faltriquera.
No merecías las loas vulgares que te han escrito los peninsulare… Acreedora de prosas cual doblones y del patricio verso de Lugones. En el morado foro episcopal
¡Oh qué gratas las horas de los ti… en que quiso la infancia regalarno… Dormida por centurias en un bosque… despertaste a la blanda caricia de… Y después, sin que fueran los barb…
He vuelto a media noche a mi casa,… como vena de agua que solloza, me… Es el músico célibe, es el solista… y experto, es el zenzontle que mec… seniles y la incauta ilusión con q…
Fuensanta: dame todas las lágrimas del mar. Mis ojos están secos y yo sufro unas inmensas ganas de llorar. Yo no sé si estoy triste por el al…
Mi virtud de sentir se acoge a la… del barómetro lúbrico, que en su e… los volubles matices de los climas… con una probidad instantánea y pre… Mi única virtud es sentirme desoll…
La vida mágica se vive entera en la mano viril que gesticula al evocar el seno o la cadera, como la mano de la Trinidad teológicamente se atribula
Hasta el ángulo en sombra en que,… sueños de la mañana, funjo interinamente de árabe sin h… llega la dulce voz de una dulce pa… La alondra me despierta
Éramos aturdidos mozalbetes: blanco listón al codo, ayes agónic… rimas atolondradas y juguetes. Sin la virtud frenética de Orfeo, fiados en la campánula y el cirio,