Tú no sabes amar; ¿acaso intentas darme calor con tu mirada triste? El amor nada vale sin tormentas, ¡sin tempestades… el amor no exist… Y sin embargo, ¿dices que me amas?
Lejos de la ciudad, lejos del foro clamoroso y del tiempo, que es mud… Edwards, eterno ya, sueña y avanza a la sombra de árboles de oro. Hoy es mañana y es ayer. No hay u…
Como soy reina y fui mendiga, ahor… vivo en puro temblor de que me dej… y te pregunto, pálida, a cada hora… «¿Estás conmigo aún? ¡Ay, no te a… Quisiera hacer las marchas sonrien…
Cuando llegues a amar, si no has a… sabrás que en este mundo es el dolor más grande y más profu… ser a un tiempo feliz y desgraciad… Corolario: el amor es un abismo
Manuelita vivía en Pehuajó pero un día se marchó. Nadie supo bien por qué a París ella se fue un poquito caminando
Dirijo este poema (por ahora aceptemos esa palabra) al tercer hombre que se cruzó conm… no menos misterioso que el de Aris… El sábado salí.
Ni la intimidad de tu frente clara… ni la privanza de tu cuerpo, aún m… ni la sucesión de tu vida situándo… serán favor tan misterioso como mirar tu sueño implicado
El catorce de enero de 1922, Emma Zunz, al volver de la fábrica de tejidos Tarbuch y Loewenthal, halló en el fondo del zaguán una carta, fechada en el Brasil, por la que supo que su pad...
Hay una línea de Verlaine que no… hay una calle próxima que está ved… hay un espejo que me ha visto por… hay una puerta que he cerrado hast… Entre los libros de mi biblioteca…
¿Qué habrá soñado el Tiempo hasta ahora, que es, como todos los ahoras, el ápice? Ha soñado la espada, cuyo mejor lugar es el verso. Ha soñado y labrado la sentencia, que puede simular ...
Un hombre ciego en una casa hueca fatiga ciertos limitados rumbos y toca las paredes que se alargan y el cristal de las puertas interi… y los ásperos lomos de los libros
Nos enseñaron desde niños cómo se forma un cuerpo sus órganos sus huesos sus funciones sus sitios pero nunca supimos
Claro que sos mi camarada porque sos más, sos siempre más. Hay la ruta en común, el horizonte dibujado con lápiz de esperanza, hay la amargura del fracaso
De la serie de hechos inexplicables que son el universo o el tiempo, la dedicatoria de un libro no es, por cierto, el menos arcano. Se la define como un don, un regalo. Salvo en el caso...
Es preciso que levantes el brazo d… porque quiero llevar de ti un recu… Quiero saber que dejo sembrada en… tu mano. Tu mano que al viento crezca recor…
Zumban las balas en la tarde últim… Hay viento y hay cenizas en el vie… se dispersan el día y la batalla deforme, y la victoria es de los o… Vencen los bárbaros, los gauchos v…
Hay quienes piensan que he celebrado en exceso los misterios del cuerpo la piel y su aroma de fruta. ¡Calla, mujer! me ordenan
Todas las parcelas de mi vida tien… y eso en verdad no es nada extraor… vos lo sabés tan objetivamente com… sin embargo hay algo que quisiera… cuando digo todas las parcelas
Fue luz el fuego y pan la luna ren… el jazmín duplicó su estrellado se… y del terrible amor las suaves man… dieron paz a mis ojos y sol a mis… Oh amor, cómo de pronto, de las de…
No rendirán de Marte las murallas a este, que salmos del Señor inspi… desde otra luz (desde otro siglo)… los ojos, que miraron las batallas… La mano está en los hierros de la…
Tengo un solo enemigo. Nunca sabré de qué manera pudo entrar en mi casa, la noche del 14 de abril de 1977. Fueron dos las puertas que abrió: la pesada puerta de calle y la de mi breve d...
¿Qué va a quedar de mí cuando me m… sino esta llave ilesa de agonía, estas pocas palabras con que el dí… dejó cenizas de su sombra fiera? ¿Qué va a quedar de mí cuando me h…
No te quiero sino porque te quiero y de quererte a no quererte llego y de esperarte cuando no te espero pasa mi corazón del frío al fuego. Te quiero sólo porque a ti te quie…
Yo he ansiado un himno del Mar co… del Mar cuando el sol en sus aguas… del Mar cuando besa los pechos dor… del Mar al aullar sus mesnadas, al… cuando brilla en las aguas de acer…
Quiera Dios que la monotonía esencial de esta miscelánea (que el tiempo ha compilado, no yo, y que admite piezas pretéritas que no me he atrevido a enmendar, porque las escribí con otro...
Busca en todas las cosas un alma y… Oculto; no te ciñas a la aparienci… Husmea, sigue el rastro de la verd… Escudriñante el ojo y aguzado el o… No seas como el necio, que al mira…
De Chachopo a Apartadero caminas, Luz Caraballo, con violeticas de mayo, con carneritos de enero; inviernos del ventisquero,
A nadie puede maravillar que el primero de los elementos, el fuego, no abunde en el libro de un hombre de ochenta y tantos años. Una reina, en la hora de su muerte, dice que es fuego y ...
Tengo esta noche las manos negras,… como después de luchar hasta el ol… Todo ha quedado allá, las botellas… no sé si me querían, y si esperaba… En el diario tirado sobre la cama…
Una espada, una espada de hierro forjado en el… una espada con runas que nadie podrá desoír ni descifra… Una espada que los poetas
Gram, Durendal, Joyeuse, Excalib… Sus viejas guerras andan por el ve… que es la única memoria. El univer… las siembra por el Norte y por el… En la espada persiste la porfía
Todavía tengo casi todos mis dient… casi todos mis cabellos y poquísim… puedo hacer y deshacer el amor trepar una escalera de dos en dos y correr cuarenta metros detrás de…
Al cabo de cincuenta generaciones (Tales abismos nos depara a todos… Vuelvo en la margen ulterior de un… Que no alcanzaron los dragones del… A las ásperas y laboriosas palabra…
Un solo hombre ha nacido, un solo hombre ha muerto en la tierra. Afirmar lo contrario es mera estadística, es una adición imposible. No menos imposible que sumar el olor de la lluvia y ...
Se perdió el laberinto. Se perdie… todos los eucaliptos ordenados, los toldos del verano y la vigilia del incesante espejo, repitiendo cada expresión de cada rostro huma…
¡Madre Locura! Quiero ponerme tus… Quiero en tus cascabeles beber la… y al son de las sonajas y de las p… frivolizar la vida con divina inco… ¡Madre Locura! Dame la sardónica…
Nadie es la patria. Ni siquiera e… que, alto en el alba de una plaza… rige un corcel de bronce por el ti… ni los otros que miran desde el má… ni los que prodigaron su bélica ce…
Antes yo te buscaba en tus confine… que lindan con la tarde y la llanu… y en la verja que guarda una fresc… antigua de cedrones y jazmines. En la memoria de Palermo estabas,
Iba un niño travieso Cazando mariposas; Las cazaba el bribón, les daba un… Y después las soltaba entre las ro… Por tierra, en un estero,
—¿Qué es poesía?, dices, mientras… en mi pupila tu pupila azul, ¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo pregu… Poesía... eres tú.
Ni tiniebla ni caos. La tiniebla requiere ojos que ven, como el sonido y el silencio requi… y el espejo, la forma que lo puebl… Ni el espacio ni el tiempo.
Si tú me miras, yo me vuelvo hermo… como la hierba a que bajó el rocío… y desconocerán mi faz gloriosa las altas cañas cuando baje al río… Tengo vergüenza de mi boca triste,
Hoy, nueve de setiembre de 1978, tuve en la palma de la mano un peq… de los trescientos sesenta y uno q… para el juego astrológico del go, ese otro ajedrez del Oriente.
Siempre estás a mi lado y yo te lo… Cuando la cólera me muerde, o cuan… —untado con el bálsamo para la tri… apareces distante, intocable, junt… Me miras como a un niño y se me ol…
Con esta soledad alevosa tranquila con esta soledad de sagradas goteras
El rayo surca, sangriento, El lóbrego nubarrón: Echa el barco, ciento a ciento, Los negros por el portón. El viento, fiero, quebraba
Ya no es mágico el mundo. Te han… Ya no compartirás la clara luna ni los lentos jardines. Ya no hay… luna que no sea espejo del pasado, cristal de soledad, sol de agonías…
Mujer estatua / tu historia azul verde malva roja quedó blanca de congoja extenuada y sin memoria mujer estatua / por suerte
Mi corazón oprimido Siente junto a la alborada El dolor de sus amores Y el sueño de las distancias. La luz de la aurora lleva
A las cinco de la tarde. Eran las cinco en punto de la tard… Un niño trajo la blanca sábana a las cinco de la tarde. Una espuerta de cal ya prevenida
Pampa: Yo diviso tu anchura que ahonda la… yo me estoy desangrando en tus pon… Pampa: Yo te oigo en las tenaces guitarra…
«¡Ah de la vida!»... ¿Nadie me re… ¡Aquí de los antaños que he vivido… La Fortuna mis tiempos ha mordido… las Horas mi locura las esconde. ¡Que sin poder saber cómo ni adónd…
El poniente de pie como un Arcáng… tiranizó el camino. La soledad poblada como un sueño se ha remansado alrededor del pueb… Los cencerros recogen la tristeza
Siento mucho relatar lo que al fin relato hoy, porque ya dirán que soy amigo de exagerar; Y el que me ha de murmurar
¡Qué encanto siempre, Platero, en mi niñez, el de la casa de enfrente a la mía! Primero, en la calle de la Ribera, la casilla de Arreburra, el aguador, con su corral al Sur, dorado siem...
Soy el que fui en el alba, entre l… Tendido en mi rincón de la caverna… pujaba por hundirme en las oscuras aguas del sueño. Espectros de anim… heridos por la esquirla de la flec…
Yo no sabía que no tenerte podía ser dulce como nombrarte para que vengas aunque no vengas y no haya sino tu ausencia tan
Yo no quiero un cuchillo en manos… Ni un cuchillo ni un rifle para na… La tierra es para todos, Como el aire. Me gustaría tener manos enormes,
Es la mañana: nardos y rosas mueve la brisa primaveral, y en los jardines las mariposas vuelan y pasan, vienen y van. Una niñita madrugadora
Gentil o hebreo o simplemente un h… cuya cara en el tiempo se ha perdi… ya no rescataremos del olvido las silenciosas letras de su nombr… Supo de la clemencia lo que puede