#EscritoresUruguayos #SigloXX #SigloXXI #1995 #ElOlvidoEstáLlenoDeMemoria
Era un vampiro que sorbía agua por las noches y por las madrugada… al mediodía y en la cena. Era abstemio de sangre y por eso el bochorno
Al espantapájaros no le importa el… más bien lo hastía su obligación g… y además se siente desolado con su sombrero roto y sus andrajo… al espantapájaros no le importan l…
Para matar al hombre de la paz para golpear su frente limpia de p… tuvieron que convertirse en pesadi… para vencer al hombre de la paz tuvieron que congregar todos los o…
Duérmete dino ya no eres presagio ya puedes descansar por dos mileni… has cambiado de envase y de epopey… los endriagos suplentes te persigu… duérmete saurio ya no eres histori…
Arena entre mis dedos bajo mis pies de plomo arena voladora arena buena en tu memoria polen
Hallaré a tantos como se proponga la piel de mis quimeras hallaré los presagios de los jóven… los años ya sin fondo de mi madre
Déjame este zumbido de verano y la ausencia bendita de la siesta déjame este lápiz este block esta máquina
Siempre hay una jornada fuera de s… en que uno logra sentirse sereno pero está lejos de ser una canonjí… ya que la serenidad no es el mejor de los estados posibles e imposibl…
De poco sirve arroparlo y menos colgarle collares y pronósticos brindarle metrallas de manga larga calzarle prejuicios de siete legua…
No hay ángeles no hay dios no hay cielo no hay regreso sin embargo
Después de todo el solo riesgo de que dios exista es que exista en mi sueño y allí aletee sin preguntas dejando llagas en mi corazón
Aquí en esta vereda impecables lujosos los Grandes Almacenes
Ay del sueño si sobrevivo es ya borrándome ya desconfiado y permante y tantas veces me hundo y sueño muslo a tu muslo
Cuando Mambrú se fue a la guerra, llevaba una almohadilla y un tirabuzón. La almohadilla para descansar después de las batallas y el tirabuzón para descorchar las efímeras victorias. T...
Desde que la conciencia sucumbió a… y hubo que desconfiar de los confi… y las éticas se volvieron estérile… y los hombres de dios se despeñaro… desde que se ahogaron nuestros des…