Mario Benedetti

Veinte años antes*

Desde el octavo piso de mi tercer exilio
veo el mar excesivo que me prestan
mercado viejo al norte donde el querosén
se llama luz brillante y al oeste
otro mercado el nuevo adonde llegan
pasos como de hormigas changadores
y aquí y allá los nuevos colmenares
que las microbrigadas seguirán inventando
inmóvil exigente y memoriosa
la victoria me refiero a la nuestra
se quedó en el futuro
llegaremos a ella todos juntos
pero ahora frente al mar de alamar
pienso en la solidaria terrible dulzura
de este pueblo que sabe arrimar sus amparos
sin pedir cuentas cuando muere eligiendo
sea en vado del yeso o ñancahuazu
en maquela do sombo o en ogaden
 
antes de este paisaje con centellas
párpados o persianas de aluminio
vine sin calofríos pero helado de muertes
ojos hermanos se cerraron increíbles
hoy están en la noche bien ganada
dando su otra batalla a fantasmazos
mudos o parlanchines usando y abusando
de los silencios y los juramentos
 
bien quisiera asistir a sus tregüitas
cuando las pupilas se volvían emblemas
juicios a quemarropa       nudos a resolver
anteproyectos para el fin del escarnio
 
antes de ese dolor con redenciones
hubo también el telón de blasfemias
el evangelio de las amenazas
el enemigo tras la mirilla o no
tras la cortina o no
tras el timbrazo o no
la polaroid o no
o sí
quién sabe
sí o no la monedita al aire
caramiedo cruzcoraje
barrio norte o la paternal
sótano o aeropuerto
amigos cardinales mujeres siempre aroma
abrazando futuro besando adiós
 
pero antes figuran mi tierra mis terrones
árboles asustados por la pólvora
todo estalla inclusive almacenes y mitos
descreo del frágil corazón y hago cálculos
con la cabeza fría pero la pobre hierve
pueblo con rostro brindis pacto orgullo
como inocente hecho pedazos
también culpable de otro bienvenido universo
la realidad continuación del sueño
y libertad o muerte o suerte oh suerte
 
todavía antes recuperé la patria
que comejenes de la historia olvidaron
la del compa gervasio solo como un profeta
la del adolescente piantado y fervoroso
que hizo gritar los muros coloniales
y los contemporáneos no faltaba más
la fábrica el cuartel los galpones de fobia
y su alarido blanco como una garza invicta
puso la primavera en el mercado
 
montevideo esa línea de fuego
a veces era tensa y veloz como bala
otras ondulante como el amor sencillo
y mientras las consignas siempre amenazadas
brotaban rojas como rosas o sangre
y el escuadrón acribillaba a ibero
creyendo así librarse del candor
en el recto horizonte
las toninas rodaban como siempre
el cielo lejanísimo ni pestañeaba
y los caballos blancos de las panaderías
comían el pastito nocturno en las veredas
 
fueron abriles fueron octubres de violencia
la derrota una opción y qué importaba
marchas de fantasía en calles reales
el solidario abrazo misterioso
pleamar de muchachos
obreros como bosque
pueblos de los rincones y explanadas
 
y ellos golpeando ciegos sordos mudos
en cráneos y praderas y carátulas
en cojones y úteros       o sea procurando
destrozar el futuro en cada tallo
y el rostro porfiadísimo terquísimo mirando
a mera voluntad a sólo decir no
 
ah pero antes de ese pampero
anduve a lomo de una isla machete
donde el coraje es fósforo y salitre
la sangre tuvo afluentes y regó los cultivos
y los gallos cantaron para siempre
y cuando el sol tan blanco hoy recorta las palmas
todo el mundo lo sabe pentágono incluido
los choznos de martí son del carajo
aquí hasta los cadáveres se enrolaron colmados
de flores y granadas y mangos y fusiles
y se los ve felices porque nadie
puede volverlos a morir
 
cómo no aprender de ese alegre rigor
oh generosidad escandalosa
de tantos escolares sembradores
de tantos campesinos posgraduados
de tanta libertad mundial y vecindaria
 
cómo no contagiarse de un fulgor infalible
en tiempos claramente tenebrosos
y no granjearse fuego       lumbrecita
cómo no sentir ganas de ayudar a reunir
allá abajo a los tantos Heridos y contusos
hostigados clandestinos jadeantes
eparables exánimes bravos menesterosos
enteros optimistas y bienaventurados
 
por eso pienso que mi historia desde antes
esta transformación privada y poca cosa
en verdad empezó en la noticia portátil
nada segura de aquel añito nuevo
hace ya veinte eneros       poco más que un instante
cuando fidel se elevó como un árbol
como una flecha nueva o un misil
un cañón antiaéreo un exorcismo
o una simple cometa roja y negra.

* Este poema es en realidad la respuesta del autor a la pregunta: «¿Qué ha significado para ti la Revolución cubana?», formulada por la revista Casa de las Américas a varios escritores y artistas latinoamericanos con motivo de cumplirse el XX aniversario de la Revolución.

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