¡Qué barullo en la herida!… ¡Qué suerte si esto que siento fue… y se me quitara bebiendo un vaso d… Es entonces cuando llueve tristeza para ahogar en mi boca

Ya no soy la niña amarga que tenía un mar de llanto y alta ortiga por el alma. Ya no soy la niña enferma que al oír risas lloraba;

¡Qué barullo en la herida!... ¡Qué suerte si esto que siento fue… y se me quitara bebiendo un vaso d… Es entonces cuando llueve tristeza para ahogar en mi boca

La esperanza me desespera; desesperada espero todavía, de una noche yo no puedo hacer un… disfrazar la manzana en una pera. Lo difícil me atrae, es mi bandera…

A primeros de enero de un año cual… con amores y nombres seleccionados… con los huesos maduros a mitad de… me PROMETO solemne no sufrir de… Si me pegan, que peguen,

Todo el mundo tiene rejas. Esta vida es una cárcel, una jaula, una cisterna y te ahogas cuando sales.

Duérmete, mi gata Chundarata, se han dormido los juguetes y tú sigues dando la lata. Duérmete, que es la una. Duérmete, mi cascabel

En los cipreses, los búhos. En los pinos, las lechuzas. En los álamos,

El camello se pinchó con un cardo del camino y el mecánico Melchor le dio vino. Baltasar

Quitaros esa máscara, la tristeza no es más que una care… puede durar tanto como tardes en q… prueba. Estás provocándote llanto artifici…

Cuando algo nuestro intacto se funde y me confunde —somos uno en dos partes que sufren por su cuenta—, desesperadamente algo nuestro se b…

Soy tan pobre tan pobre, que no tengo ni madre. Soy tan pobre tan pobre, que no tengo ni nadie. Que no tengo ni abrigo

Invade el mundo un ¡ay! un ay atroz, y siempre el ¡ay! del ¡ay! es ley… el ¡ay! porque no hay. El ¡ay de mí!

La mujer rana y el hombre rana se casaron y en vez de tener perdices tuvieron tres renacuajos.

Sobre el césped los árboles me hab… del divino poema del silencio. La noche me sorprende sin sonrisas… revolviendo en mi alma los recuerd…