Soy la tilde inexistente.
El nocturno y nostálgico poeta,
que vaga sublime por las calles...
Grises y solitarias, también soy.
Soy la sílaba afónica.
El poema imperfecto, sin rima, sin verso.
Soy el olvido que no llega y la lluvia que no cesa,
La distancia entre los que aman.
Soy la sonrisa sin dientes,
el grito desgarrado que,
prefieres siempre ahogar.
Soy el corazón apagado,
de fuego robado y un triste final.
Soy marzo sin primavera,
yo, esperando que me quieras...
El Sol que no pega en tu tejado.
Soy la palabra impronunciable,
y el escrito detestable,
que recuerda lo que fue.
Soy quien se cree loco y no un poeta,
también la mirada perdida,
que no expresa.
Soy el arcoiris sin color.
Y la Luna en cuarentena
que mengua sin dolor.
Besos sin azúcar, y sudor de sal...
Soy café amargo de mañana,
dudas entre las marañas.
Deudas en letras
Y una noche sin Orion. Soy.