El hevy metal me mostró las puertas del cielo/
de tal forma fui absorbido por dicha música/
la presencia del no-futuro y el riesgo de morir/
eran una parcela dividida y compleja de dudas/
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El hevy metal componía letras de ilusión y desilusión/
me llevaba por cuartos oscuros y lúgubres en mi mente/
me volvía adicto a las drogas con frecuencia, con ímpetu/
adicto al alcohol, al cigarrillo, al metal en sí./
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Yo fui como una cómica marioneta en las garras del metal/
aprendí a ser el ser más adoctrinado y rebelde, crítico/
Comprendí que estaba perdido, asolado, inutilizado/
como una maquina de humo, mi vida se esfumaba/
comprendí entonces que no me deparaba ningún futuro/
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Al final comprendía toda su esencia./.Del final de los tiempos/
Que la vida era una ilusión y que la música era experimental/
Eso lo comprendí fácilmente.../Y que mi vida eran despojos
inutilizados de esta máquina social./Pero con relación al ser:/
yo esperaba tener todas las respuestas que terminaban en suicidio/
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Suicidio del cual, aun me arrepiento./
Pero, a la larga tan absurdo como la posmodernidad misma./
el heavy metal me enseñó a soñar también, me enseño a escuchar/
Y que en sus entrañas se ocultaba la esencia del hombre de acero/
Como un superman inaudito. E inaudito, inaudito./
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