Vivo en un limbo barcelimeño
la mitad aquí
la mitad allá
la otra mitad la dejé en Francia.
Esa es una mitad más de la que me corresponde.
Es privilegio
de seguro
pero todo privilegio tiene su bemol
Es deseo insatisfecho
el querer algo que dejé...
el quererlo acá
cuando ya no lo puedo ni ver.
El último rayo de la aurora latina
es el primero que nos despierta en Cataluña
y así
y así
todo lo que va sucediendo por acá
aterriza en La Gris siete horas más tarde.
Solo en mis sueños convergen mis tres ciudades
mis amigos de Lima parrandean en Europa
y mis amores de acá conocen a mis padres.
—Barcelona