Han pasado un par de meses
y te he puesto miles de nombres,
que mujer esperanza
le dije a mamá,
una letra anónima
que invoca la inicial de tu identidad,
a veces amada mía
pero solo cuando verso sobre ti,
el color del viento te puse
y es por lo volátil de tu libertad.
Entre tanta tormenta que me genero
se desprende de la tierra su vaho
y en un baile vaporoso
salen las libélulas
y también me pongo a bailar,
hoy te puse en la imágen de este animal
porque un par de pendientes
llevo colgados en cada lóbulo,
eran para tí, lo siento
verlos fue verte a ti volar,
quería que las libélulas
hallaran tus manos
y colgaran de tus orejas,
pero eso también es robarme tu libertad.
Mi consuelo de libélula,
perdona por negociar con el tiempo
para invadir tu vida
y tu imagen se quede un rato
en mi relatividad prendida,
puedo decir que odio a la esperanza
y te amo a ti, por hacerla viva
nuevamente,
ve de flor en flor
con tu sonrisa al aire
que hasta en el más oscuro gris
me hallas pintándote versos
con algún sabor de ti.