Partí de Buenos Aires a caballo de las palabras donde la poesía construyó su residencia. Mil días y mil noches

Creciendo me fui dando cuenta que vivir no era suficiente. En principio comencé por cambiar algunas horas de mi vida por algunas palabras.

Voluptuosa semilla aquí me planto y creceré y aquí echaré raíces y tendré brotes

Soy una leve palabra desiertos de silencio. Hoy tengo una pequeña

Es necesario romper el equilibrio hay que llamar al orden a las fuerzas del orden. Hay que temer de los inocentes los inocentes

Frutos y ópalos nevados para mi ni… Madre entre sueños aparecía y desa… Siempre recordaré aquel perfume de… Algarabía y viento sus cabellos pe… Yegua del oprobio ato a tus ancas…

Me tocaba alejarme de mí mismo. Cada mirada era mi mirada. Cada palabra era mi voz. La Poesía desea en nuestro amor

Es un verso que de habérmelo propuesto lo hubiera escrito yo. Mi voz la palabra publicada tiene mi voz.

Esperaré intranquilo creyendo que todo sucederá. Seré valiente pensaré que la muerte es inevitable.

Reina pequeña Buenos Aires. Hoy te sentaré a mi lado y haremos juntos el viaje de un poema.

Soy un hombre moderno. Atado de pies y manos decido el vu… Al principio me arrastraré y con el tiempo podré levantar un poco la cabeza.

Busco sigo buscando entre las esperanzas. Ato mi razón descuelgo de ella un sinsentido.

Rechazamos la guerra todo el tiempo que sea necesario. Nos callaremos pero no para siempre. Ocultaremos nuestra cara

Entre la vida que no me pertenece el amor y la vida que soy la locura. La poesía