No estoy maravillado con mi vida.
Estoy arteramente sorprendido
por mi vida.
Como si hubiese vivido para otros
y ahora no sé qué hacer
con todo ese vivir que nadie quiere.
Antropófago de las horas libres
en mí vive el horror.
Muerte
no quiero maldecirte
porque otros te han maldecido
y en mi locura
por no hacer lo hecho
amada muerte te bendigo
sueño a tu lado
nuevas sombras de amor.
Bien amada
te brindo este poema
maltratado por el oro
y la lujuria de comer
y beber.
Te brindo este poema
como se brindan sémenes oscuros.
Aquí estoy amada
con la muerte
construyendo un amor
que nadie pudo.