A mí la poesía me lo permite todo
A mí la poesía me lo permite todo
y yo hago con ella lo que quiero.
A veces me dejo llevar y Ella
me envuelve en su torbellino
palabra contra palabra
un cuerpo a cuerpo
insostenible.
Vengo a quebrantar las ilusiones.
Entre mis brazos
ella no podrá amar a nadie
porque yo soy el que nació
para que ella no muriera.
Vértice de mí mismo
me sostengo en ella
para sostenerla
y ella en su libertad
sigue siendo conmigo
como cuando nos encontramos
la primera vez.
Anhelante de mí
deseosa de mí
joven
siempre joven
a mi lado.
Desequilibrada
y hasta torpe
de tanta juventud
baila conmigo
por primera vez
la música
que bailarán
los siglos venideros.