Ya no soy alegre!
Dejé de serlo un día,
En que me VI comiendo de la manzana,
Esa amarga manzana:
De la melancolía...
De aquel árbol la tome y al instante.
Sentí calor
Se incendiaba el alma mía,
Y era bello el instante:
Que sentí morir y volver a la vida.
Y ese placer de un sueño!
En que cerré los ojos y me era repetido,
Y como único gesto
Pensaba en la muerte:
En dejar de hacer algunas cosas,
Para exponerme al peligro.
Ya no soy alegre!
Dejé de serlo un día,
En que me vi caminando hacia la oscura,
Luz de mi alma perdida.